Descripción
En tiempos de profundo dolor y engaño, podría cuestionarse todo lo que creemos.
En este libro que cambia paradigmas, Nancy Guthrie invita con gentileza a los lectores a acercarse con ella para escuchar a Jesús traer revelación y entendimiento a las preguntas que quedan sobre las penas de la vida:
¿Cómo estuvo Dios involucrado en esto? y ¿Por qué permitió que ocurriera?
¿Por qué no ha contestado Dios mis oraciones por un milagro?
¿Puedo esperar que Dios me proteja?
¿Si quiero le importa a Dios?
Según Nancy, el buscar respuestas a nuestras preguntas puede o alejarnos más de Dios o causar que nos acerquemos más profundamente a él. Es conforme escuchamos a Jesús en medio de nuestra confusión que hayamos claridad sobre las promesas del evangelio que quizás hemos aplicado mal y los propósitos de Dios que quizás hemos malentendido.
En Escucha a Jesús en medio de tu dolor , Nancy comparte las respuestas que ella ha encontrado al escuchar las promesas («Mi gracia es todo lo que necesitas»), las órdenes («Ten fe, y ella será sanada») y las oraciones («Que se cumpla tu voluntad») de Jesús en medio del dolor de su propia vida.
En tiempos de profunda tristeza y decepción, todo lo que creemos puede ser cuestionado.
En este libro que cambia paradigmas, Nancy Guthrie invita amablemente a los lectores a acercarse a ella para escuchar a Jesús hablar con comprensión y comprensión de las preguntas persistentes que todos tenemos sobre los dolores de la vida:
¿Cuál fue la participación de Dios en esto y por qué permitió que sucediera?
¿Por qué Dios no ha respondido mis oraciones por un milagro?
¿Puedo esperar que Dios me proteja?
¿A Dios siquiera le importa?
Según Nancy, buscar respuestas a nuestras preguntas puede alejarnos de Dios o acercarnos más a él. Al escuchar a Jesús hablar a nuestra confusión, alcanzamos claridad sobre las promesas del evangelio que quizás hayamos malinterpretado y los propósitos de Dios.
En "Escuchando a Jesús hablar a tu dolor", Nancy comparte las respuestas que ha encontrado al escuchar a Jesús pronunciar promesas ("Mi gracia es todo lo que necesitas"), imperativos ("¡Sé sana!") y oraciones ("Hágase tu voluntad") ante el dolor de su propia vida.